Tenemos que partir de la base de que la fascia es un tejido conectivo con alto contenido en colágeno, que envuelve los huesos, músculos, articulaciones, estructuras nerviosas y vasculares, que protegen y mantienen la estructura del cuerpo unido, para darle la forma que tiene. Por tanto las restricciones del sistema miofascial producen dolor y frenan la recuperación de la función. Así mismo al tratarse de una red ininterrumpida, la lesión de la fascia puede causar alteraciones en otras zonas distantes a través de distintas compensaciones.