Las ondas de choque son ondas acústicas de alta energía que pueden generarse de diferente forma y se aplican en la zona dolorosa con un cabezal. Son un método de tratamiento excelente con muy pocos efectos secundarios, especialmente en patologías que, normalmente, resultan muy difíciles de tratar por otros medios.
Ondas de choque
Son una alternativa al tratamiento invasivo para las patologías de tejidos blandos que están muy cronificadas.
El tratamiento local de la zona afectada restablece el patrón de cicatrización, reduciendo el dolor, aumentando la movilidad y en definitiva mejorando la actividad y calidad de vida de la persona.
Entre las patologías en las que se pueden utilizar destacamos las siguientes:
- Calcificaciones
- Tendinitis crónicas y recidivantes
- Puntos gatillo
- Activación del tejido conectivo y muscular
- Terapia de acupuntura
- Tratamiento de la celulitis
- Definición corporal
- Drenaje linfático
Los principales efectos de las ondas de choque son los siguientes:
Reducción del Dolor: El paciente nota una disminución importante del dolor. Los pulsos intensivos enviados desde el transmisor al tejido dan lugar a una potente activacion de los nociceptores, la cual afecta a las interneuronas que inhiben la transmisión de la señal del dolor.
Aumento del Metabolismo: Las ondas de choque influyen en el tejido a nivel celular. El entorno químico de las células cambia debido a los radicales libres y al fomento de la liberación de sustancias inhibidoras del dolor e inflamación.
Revascularización: La aplicación reiterada de las ondas de choque en la zona afectada logra una revascularización en la que el nuevo flujo sanguíneo que llega a la zona fomenta la cicatrización y la regeneración del tejido.
Reducción del tono Muscular: El “circulo vicioso” y la fuerte asociación patológica entre el dolor y el tono muscular aumentado se interrumpe y da paso al restablecimiento de un tono muscular normalizado.