En los últimos años cada vez se escucha hablar con más frecuencia sobre el suelo pélvico, no obstante aún sigue existiendo un gran desconocimiento y en muchas ocasiones supone un tabú hablar de él.
Suelo pélvico
Tenemos que tener en cuenta que seamos mujeres u hombres, hayamos tenido o no hijos, mediante parto natural o por cesárea, estemos embarazadas, en edad premenopaúsica o practiquemos deporte con frecuencia, el suelo pélvico tiene un papel fundamental en muchas de nuestras funciones de la vida diaria.
Dada la importancia que tiene y las dudas que la mayoría de pacientes me plantean en consulta os paso a hablar un poquito de él. El suelo pélvico o periné es el conjunto de músculos y tejido conjuntivos que tapizan la parte inferior de la pelvis. Es decir son los músculos que se encuentran entre el pubis y el coxis, alrededor de la vulva y el ano y se sitúan en dos planos:
- Uno superficial cuya función más importante es la sexual, aunque también ayuda a sostener los órganos pélvicos.
- Y otro más profundo, llamado periné profundo o posterior, formado por los músculos que efectivamente sujetan dichos órganos, controlan los esfínteres y mejoran la calidad de las relaciones sexuales.
Así mismo el suelo pélvico está íntimamente relacionado con los músculos abdominales, la columna lumbar y el diafragma y desarrolla importantes funciones en muchos aspectos de nuestro día a día.
- Funciones de continencia: el suelo pélvico controla los esfínteres para una correcta micción y defecación.
- Función sexual: la calidad de las relaciones sexuales mejora notablemente con una musculatura de suelo pélvico tonificada.
- Función reproductiva: el periné es el último obstáculo que debe salvar la cabeza del bebé, ayuda a que su cabeza rote y produce una contracción refleja en el útero (reflejo expulsivo) que provoca a la embarazada un deseo de empujar.
- Función de sostén: el perineo sostiene la vejiga, el útero, la vagina y el recto.
- Estabilización lumbar: por la sinergia entre toda la musculatura del core.
- Función amortiguadora: protegiendo a las vísceras ante los esfuerzos.
Una vez aclarado el concepto principal de suelo pélvico ya puedo pasar a presentaros un poquito más sobre la fisioterapia pelviperineal, que es una disciplina terapéutica que permite evaluar y tratar disfunciones de suelo pélvico y de la esfera sexual que acompañan a la mujer en el postparto y la menopausia y al hombre después de la cirugía de próstata. No obstante quisiera resaltar de nuevo, que también pueden necesitar tratamiento de suelo pélvico las mujeres que no hayan dado a luz, ni estén en periodo perimenopaúsico, así como los hombres que no se hayan sometido a una cirugía de próstata. En ocasiones incluso los niños pueden necesitar tratamiento de suelo pélvico o las mujeres y hombres que practiquen deportes de impacto o hiperpresivos, como el running, crossfit, paddel,…
Es decir, el objetivo de este servicio es detectar o prevenir cualquier disfunción que implique la musculatura interna de la pelvis, y a través de terapias manuales, electroterapia, ejercicios de reeducación postural, consigamos eliminar el dolor y tratar y/o prevenir lesiones de este área que tanta importancia tiene para conseguir un equilibrio de todo el sistema musculoesquelético.
Las patologías más comunes que tratamos son:
- Incontinencia urinaria (de urgencia, de esfuerzo, transitoria o mixta).
- Incontinencia fecal o de gases
- Estreñimiento, hemorroides o fístulas
- Disfunciones sexuales (dispareunia, vaginismo, anorgasmia…)
- Prolapsos (caída de órganos pélvicos)
- Dolor pélvico crónico
- Durante el embarazo y el postparto
- Recuperación postcirugía pélvica: cesáreas, histerectomías, oncología…
Primera consulta y tratamiento
Previo a cualquier tratamiento y más especialmente en el caso del suelo pélvico siempre realizamos una entrevista, que nos aporte información importante sobre cada caso en concreto y nos permita diseñar con éxito el tratamiento posterior, en caso de que sea necesario. En esta primera consulta te haremos preguntas relacionadas con tu salud general, profesión y actividades deportivas, dinámica vesical y defecación, historia ginecológica, relaciones sexuales…
La primera consulta es de gran importancia, ya que se realiza una valoración pormenorizada de tu problema. Resolveremos todas tus dudas y hablaremos sobre todos los aspectos que te preocupen. Te enseñaremos a prevenir o evitar en la medida de lo posible los factores de riesgo, aprenderás posturas y maniobras de protección para coger a tu bebé, cargar pesos, evitar dolor o escapes de orina o gases. Te enseñaremos consejos sobre alimentación para evitar el estreñimiento, mejorar el tránsito intestinal, disminuir o eliminar los gases…
Posterior a la recogida de información, pasamos a realizar una valoración funcional de tu suelo pélvico, que consiste en una exploración física externa e interna, visual y palpatoria de la musculatura, valoración de la estática pelvi-perineal y de la movilidad de los órganos pélvicos (existencia de descenso de órganos o prolapsos), una exploración neurológica y una valoración de la estática lumbo-abdomino-pélvica, siempre por supuesto tras haber firmado un consentimiento informado detallado de en qué consiste el proceso.
Con toda esta información ya podemos establecer unos objetivos de tratamiento y seleccionamos las técnicas más adecuadas para cada patología y para cada paciente. Las técnicas que solemos emplear son terapias manuales y miofasciales, ejercicios terapéuticos de reeducación del perniné y abdomen, biofeedback y electroterapia, ejercicios de control postural, ejercicios de gimnasia abdominal hipopresiva, ejercicios respiratorios y de desbloqueo diafragmático, punción seca, diatermia…
Como fisioterapeuta, y más específicamente como fisioterapeuta especialista en suelo pélvico os tengo que decir que nosotros concebimos el periné como una parte más de nuestro cuerpo, con sus órganos, músculos, articulaciones, pero por supuesto cuidando al máximo el bienestar e intimidad del paciente, tomando las medidas higiénicas oportunas y favoreciendo en todo momento la comodidad del paciente, con la naturalidad y profesionalidad que requiere.
Embarazo
El embarazo es un momento ideal para tomar consciencia sobre nuestro suelo pélvico, porque cuando más conozcamos nuestro cuerpo y cuanto mejor en forma estemos más probabilidades habrá de vivir un buen parto y de disminuir las complicaciones posteriores. Durante la gestación se producen numerosas modificaciones físicas, que repercuten de forma directa en el conjunto de músculos y tejidos conectivos que cierran el estrecho inferior de la pelvis, es decir, el suelo pélvico.
La forma en la que se desarrollen los acontecimientos en el día del parto no depende totalmente de nosotras y de la preparación previa, pero sí que es verdad que la información es clave para la prevención y cuanto más conocimiento tengamos sobre este tema mucho mejor, para comenzar a ejercitarla de forma correcta y prepararnos para vivir un embarazo saludable y un parto con pocas probabilidades de complicaciones (episiotomías, desgarros, utilización de instrumental…).
Durante el embarazo nuestra intervención suele ser:
- Antes de la semana 35, para realizar una valoración de la postura, respiración y suelo pélvico, diseñando una pauta de ejercicios específicos según esa valoración. Así como tratamiento de molestias típicas durante el embarazo, como dolor dorso-lumbar, ciática, calambres, estreñimiento…
- A partir de la semana 35-36 en adelante; donde enseñamos a la paciente y a su pareja a realizar el masaje perineal, realizamos trabajo manual de la musculatura, ligamentos y tejidos blandos, enseñamos las posturas facilitadoras de la dilatación y como aliviar el dolor en esos momentos tan críticos, ensayamos pujos y respiraciones y hablamos del postparto, con el objetivo de que afronteis esta etapa tan crucial de vuestra vida con la mayor información posible y podais vivir una experiencia única.
Postparto
En el postparto, vuestro/a bebé ya está con vosotros, ¡Felicidades! Ya teneis una personita más con vosotros y ello supone una etapa de cambios muy importante; es un periodo de adaptación y recuperación, en el que el tiempo es escaso, pero tienes que tener muy presente que para disfrutar de una maternidad plena tienes que encontrarte bien y más si quieres afrontar un nuevo embarazo con la misma calidad que el primero.
Tras el parto lo ideal es realizar la valoración tras la cuarentena, no obstante si tienes mucho dolor por un parto traumático podemos empezar antes, o por el contrario si tu bebé es mayor, nunca es tarde para empezar a cuidarse. Esta valoración postparto constará principalmente de:
- Valoración de tu diafragma y pared abdominal, con la intención de detectar hipertonías, hernias o diástasis de rectos.
- Valoración del periné, para valorar como ha quedado la musculatura y el estado de la cicatriz en caso de episiotomías.
- Comprobaremos si existen prolapsos (caída de órganos pélvicos), para comenzar el tratamiento lo antes posible.
- Valoraremos el estado del coxis, sacro, pubis… por si pudieran haber bloqueos articulares que puedan provocar dolor, así como los reflejos pelviperineales.
- Te explicaremos consejos y protocolo de ejercicios postparto para que te recuperes en el menor tiempo posible.
Y en función de esta exploración ya propondremos un protocolo de ejercicios para casa o en consulta según tus necesidades.
Ya para finalizar este apartado os quiero contar un poco más porqué decidí adentrarme en este fascinante mundo del suelo pélvico; en primer lugar porque el trato con las personas me parece una de las experiencias más enriquecedoras de esta vida, porque quiero que todas la mujeres tengan la oportunidad de conocer su suelo pélvico, cómo deben cuidarlo y qué deben hacer para prevenir futuras disfunciones, porque quiero que las mujeres embarazadas tengan toda la información a su alcance para que cuando llegue el momento del parto se encuentren lo suficientemente preparadas para vivir la que será sin duda una de las experiencias más importantes de su vida, porque las mujeres y hombres que tienen alguna disfunción de suelo pélvico se merecen otra alternativa real y viable que no sean las compresas y pañales y porque como mujer y madre quiero mantener mi suelo pélvico y el de mis pacientes en unas condiciones adecuadas para poder tener una vida plena y que sin duda mejorará nuestra calidad de vida.