Es una técnica invasiva que se utiliza sobre todo para el tratamiento de las tendinopatías. Consiste en la aplicación de microcorrientes a través de una aguja de acupuntura. Accedemos al tejido blando dañado produciendo una inflamación controlada, que induce a la autorrecuperación. Mediante este proceso se destruye el tejido degenerado y se provoca una fase de respuesta inflamatoria, necesaria para todo proceso de regeneración.
Es una técnica muy efectiva, especialmente para las tendinopatías crónicas, en las que han fallado los métodos convencionales y que acorta los tiempos de recuperación. Posteriormente siempre se combina con ejercicios de trabajo excéntrico para recuperar la funcionalidad de músculos y tendones.